El 21 de Febrero, 2021 - La Lucha contra el Enemigo

Probado por familias, para familias (y otros también). Iglesia en Casa es un servicio interactivo de adoración semanal que se puede usar desde la seguridad de su hogar. Cada servicio se centrará en un tema y tendrá 3 canciones, lecturas y oraciones, un mensaje corto (4-5 minutos) para los niños y un mensaje más largo (10 minutos) para toda la familia.
— Explicación de iglesia en casa

Muchas gracias por probar nuestro servicio Iglesia en Casa.

Directamente abajo en español y aquí en inglés hay un servicio de adoración para usar en casa para leer como una familia, un individuo, o un grupo pequeño. Se incluyen enlaces a canciones y mensajes pastorales (inglésespañolbilingüe y para niños) que estarán disponibles cada sábado en Youtube. El jefe de familia puede liderar (L) y otros pueden responder (C) o todos pueden turnarse para leer las lecturas. Use los enlaces para las canciones y mensajes en el momento apropiado. No se sienta presionado para pasar por todo el asunto de una sola vez. Más bien, use cada elemento de este servicio para que sirva como una bendición para usted y su familia.

Si tiene una petición o si adora de esta manera este fin de semana, le pedimos que use o complete nuestra tarjeta de contacto en linea, o en el enlace a continuación en el servicio. ¡Comente para hacernos saber cómo fue y cualquier sugerencia que pueda tener!

Si le gustaría recibir este servicio de Iglesia en Casa cada semana por correo, puedes suscribir usando la forma más abajo, después del servicio.

Finalmente, puede ver a nuestro boletín de anuncios o más información de nuestra iglesia aquí.

¡Que Dios bendiga su servicio de Iglesia en Casa esta semana!

Pastor William Dunn

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La Lucha

Contra el Enemigo

El camino a la cruz fue una lucha. En esta temporada de Cuaresma, vemos a Jesús descendiendo del monte de la gloria para poder entrar en un valle de sufrimiento. Su pueblo lo rechazaría y su discípulo lo traicionaría. Satanás lo tentó para que se rindiera, pero se apresuró a subir a la cruz por ti. Hebreos 2:18 dice: “Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que son tentados.” La lucha fue real.

La vida cristiana es una lucha. La lucha es real. La fe en Cristo no nos quita las dificultades. Pero la fe en Cristo nos da la fuerza para seguir adelante. En este tiempo de Cuaresma, meditaremos en las palabras de los escritores de los Salmos, que pusieron la lucha del creyente en poesía y oración. Clamaron a Dios cuando lucharon contra sus enemigos, contra la tentación, contra la culpa y contra la perspectiva de que esta vida es injusta. Los escritores de los Salmos pudieron seguir adelante en la lucha porque sabían que su Dios estaba en control. Sabían y profetizaron que vendría el Salvador prometido. Su lucha es nuestra lucha. Su esperanza es nuestra esperanza. Su Dios es nuestro Dios. Este es un Salvador que entró en nuestra lucha para ganar la victoria sobre la lucha, para equiparnos para nuestra lucha. La lucha es real. La lucha es buena.

El Himno de Apertura - Habla Oh Dios

La Invocación

L. En el nombre del Padre y del ☩ Hijo y del Espíritu Santo.

C. Amén. 

La Confesión y Absolución

Comenzamos el servicio reconociendo cómo nos hemos pecado y están privados de la voluntad y el deseo de Dios para nuestras vidas, y recibimos las buenas nuevas de que somos perdonados en Jesucristo.

L. Acerquémonos a Dios con un corazón recto y confesemos nuestros pecados, pidiéndole en el nombre de Jesucristo para perdonarnos.

C. Dios de la vida, confieso que soy por naturaleza muerto en el pecado. Por preocupar sin fe y auto-orgullo, por los pecados de hábito y los pecados de voluntad, por lo malo que he hecho y lo bueno que he dejado de hacer, tú debes arrojarme de tu presencia por siempre. Oh Dios, lo siento por mis pecados. Perdóname, por los méritos de Jesucristo.

L. Cristo ha muerto. Cristo ha resucitado. Cristo vendrá de nuevo. Por su gran misericordia, Dios nos ha hecho vivos en Cristo aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados. Oigan la palabra de Cristo tal como lo proclamó al paralítico: "Ten, ánimo, los pecados te son perdonados." Tomemos en serio este perdón y lo proclamémonos el uno al otro en el nombre del Padre, y del Hijo ☩ y del Espíritu Santo. Amén. 

La Oración del Día

L. Oh todopoderoso y eterno Dios, te rogamos que nos dirijas, santifiques y gobiernes nuestras almas y corazones en los caminos de tus leyes y las obras de tus mandamientos, a fin de que mediante tu protección poderosa seamos defendidos en cuerpo y alma, ahora y siempre; por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos.

C. Amén. 

La Primera Lectura - Genesis 22:1-18

Dios manda a Abraham sacrificar a su único hijo Isaac, y Abraham muestra su fe al estar dispuesto a sacrificar a su hijo amado según el mandato de Dios.

Pasado cierto tiempo, Dios puso a prueba a Abraham y le dijo:

—¡Abraham!

—Aquí estoy—respondió.

2 Y Dios le ordenó:

—Toma a tu hijo, el único que tienes y al que tanto amas, y ve a la región de Moria. Una vez allí, ofrécelo como holocausto en el monte que yo te indicaré.

3 Abraham se levantó de madrugada y ensilló su asno. También cortó leña para el holocausto y, junto con dos de sus criados y su hijo Isaac, se encaminó hacia el lugar que Dios le había indicado. 4 Al tercer día, Abraham alzó los ojos y a lo lejos vio el lugar. 5 Entonces le dijo a sus criados:

—Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante para adorar a Dios, y luego regresaremos junto a ustedes.

6 Abraham tomó la leña del holocausto y la puso sobre Isaac, su hijo; él, por su parte, cargó con el fuego y el cuchillo. Y los dos siguieron caminando juntos.

7 Isaac le dijo a Abraham:

—¡Padre!

—Dime, hijo mío.

—Aquí tenemos el fuego y la leña—continuó Isaac—; pero, ¿dónde está el cordero para el holocausto?

8 —El cordero, hijo mío, lo proveerá Dios—le respondió Abraham.

Y siguieron caminando juntos.

9 Cuando llegaron al lugar señalado por Dios, Abraham construyó un altar y preparó la leña. Después ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar, encima de la leña. 10 Entonces tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo, 11 pero en ese momento el ángel del SEÑOR le gritó desde el cielo:

—¡Abraham! ¡Abraham!

—Aquí estoy—respondió.

12 —No pongas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas ningún daño—le dijo el ángel—. Ahora sé que temes a Dios, porque ni siquiera te has negado a darme a tu único hijo.

13 Abraham alzó la vista y, en un matorral, vio un carnero enredado por los cuernos. Fue entonces, tomó el carnero y lo ofreció como holocausto, en lugar de su hijo. 14 A ese sitio Abraham le puso por nombre: «El SEÑOR provee.» Por eso hasta el día de hoy se dice: «En un monte provee el SEÑOR.»

15 El ángel del SEÑOR llamó a Abraham por segunda vez desde el cielo, 16 y le dijo:

—Como has hecho esto, y no me has negado a tu único hijo, juro por mí mismo—afirma el SEÑOR—17 que te bendeciré en gran manera, y que multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena del mar. Además, tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos. 18 Puesto que me has obedecido, todas las naciones del mundo serán bendecidas por medio de tu descendencia.

19 Abraham regresó al lugar donde estaban sus criados, y juntos partieron hacia Berseba, donde Abraham se quedó a vivir.

El Salmo - Salmo 3

Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón.

1 Muchos son, SEÑOR, mis enemigos;

muchos son los que se me oponen,

2 y muchos los que de mí aseguran:

«Dios no lo salvará.» Selah

3 Pero tú, SEÑOR, me rodeas cual escudo;

tú eres mi gloria;

¡tú mantienes en alto mi cabeza!

4 Clamo al SEÑOR a voz en cuello,

y desde su monte santo él me responde. Selah

5 Yo me acuesto, me duermo y vuelvo a despertar,

porque el SEÑOR me sostiene.

6 No me asustan los numerosos escuadrones

que me acosan por doquier.

7 ¡Levántate, SEÑOR!

¡Ponme a salvo, Dios mío!

¡Rómpeles la quijada a mis enemigos!

¡Rómpeles los dientes a los malvados!

8 Tuya es, SEÑOR, la salvación;

¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah

La Segunda Lectura - Romanos 8:31-39

En una de las secciones más consoladoras de la Biblia, San Pablo expresa en una forma muy lógica y clara la confianza que tenemos como cristianos en este mundo. Por la obra vicaria de Jesucristo, nada ahora nos puede separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús. Por la muerte de Jesucristo, Dios nos ha declarado inocentes y nos da el cielo. No hay nadie que nos puede condenar ante Dios. La victoria es nuestra.

31 ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién condenará? Cristo Jesús es el que murió, e incluso resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia? 36 Así está escrito:

«Por tu causa siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!»

37 Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, 39 ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación, podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.

El Evangelio - Marcos 1:12-15

Cristo como nuestro substituto sufrió las mismas tentaciones que nosotros, pero sin pecar. La perfección de Jesucristo ya es nuestra por el amor de Dios, el cual nos declara inocentes por los méritos del mismo Jesucristo el cual derrotó al diablo con su vida perfecta y muerte inocente en la cruz.

12 En seguida el Espíritu lo impulsó a ir al desierto, 13 y allí fue tentado por Satanás durante cuarenta días. Estaba entre las fieras, y los ángeles le servían.

14 Después de que encarcelaron a Juan, Jesús se fue a Galilea a anunciar las buenas nuevas de Dios. 15 «Se ha cumplido el tiempo—decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!»

El Mensaje para Niños

El Himno del Día - Él Me Sostendrá

Sermón Bilingüe -o- Sermón en Español

La Confesión de la Fe - El Credo Apostólico

Declaramos las verdades de la fe que han unido a la iglesia durante miles de años.

Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.

Y creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió, y fue sepultado; descendió al infierno; al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo, y está sentado a la derecha, de Dios Padre Todopoderoso; y de allí vendrá de nuevo a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna. Amén. 

La Ofrenda

En agradecimiento por el mensaje de gracia y perdón de Dios, si desea apoyar nuestro ministerio con un regalo financiero, puede hacerlo sin cargo a través de nuestra página de Facebook o con un cargo pequeño a través de PayPal. Le agradecemos por su donación.

Tarjeta de Contacto en linea

¡Por favor, utilice este enlace para conectarse con nosotros en línea! Háganos saber que adoraste con nosotros o danos una petición de oración.

Oración General

Use este tiempo para orar a Dios por cualquier cosa que esté en su corazón y mente. Recuerde quién es Dios y cómo se describe a sí mismo en la Biblia. Concéntrese en su perspectiva eterna. Considere no solo su propia vida, sino también la vida de los demás. Finalmente, ore con confianza sabiendo que Dios lo escucha y ore en el nombre de su salvador, Jesucristo.

El Padrenuestro

Canta usando el enlace o reza la oración abajo que Jesús enseñó a sus discípulos.

Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nos tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

La Bendición

Así como Dios le dijo a Aarón que bendijera a su pueblo de esta manera, le pedimos a Dios que nos bendiga a mientras seguimos con nuestras vidas.

L. El Señor nos bendiga y nos guarde;
    El Señor haga resplandecer su rostro sobre nosotros y tenga misericordia de nosotros;
    El Señor vuelva su rostro hacia nosotros, y ☩ nos conceda la paz.

C. Amén. 

El Himno de Clausura - Estoy Bien