7 de marzo, 2021 - La Lucha: Fortalecido por la Palabra
Muchas gracias por probar nuestro servicio Iglesia en Casa.
Directamente abajo en español y aquí en inglés hay un servicio de adoración para usar en casa para leer como una familia, un individuo, o un grupo pequeño. Se incluyen enlaces a canciones y mensajes pastorales (inglés, español, bilingüe y para niños) que estarán disponibles cada sábado en Youtube. El jefe de familia puede liderar (L) y otros pueden responder (C) o todos pueden turnarse para leer las lecturas. Use los enlaces para las canciones y mensajes en el momento apropiado. No se sienta presionado para pasar por todo el asunto de una sola vez. Más bien, use cada elemento de este servicio para que sirva como una bendición para usted y su familia.
Si tiene una petición o si adora de esta manera este fin de semana, le pedimos que use o complete nuestra tarjeta de contacto en linea, o en el enlace a continuación en el servicio. ¡Comente para hacernos saber cómo fue y cualquier sugerencia que pueda tener!
Si le gustaría recibir este servicio de Iglesia en Casa cada semana por correo, puedes suscribir usando la forma más abajo, después del servicio.
Finalmente, puede ver a nuestro boletín de anuncios o más información de nuestra iglesia aquí.
¡Que Dios bendiga su servicio de Iglesia en Casa esta semana!
Pastor William Dunn
El camino a la cruz fue una lucha. En esta temporada de Cuaresma, vemos a Jesús descendiendo del monte de la gloria para poder entrar en un valle de sufrimiento. Su pueblo lo rechazaría y su discípulo lo traicionaría. Satanás lo tentó para que se rindiera, pero se apresuró a subir a la cruz por ti. Hebreos 2:18 dice: “Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que son tentados.” La lucha fue real.
La vida cristiana es una lucha. La lucha es real. La fe en Cristo no nos quita las dificultades. Pero la fe en Cristo nos da la fuerza para seguir adelante. En este tiempo de Cuaresma, meditaremos en las palabras de los escritores de los Salmos, que pusieron la lucha del creyente en poesía y oración. Clamaron a Dios cuando lucharon contra sus enemigos, contra la tentación, contra la culpa y contra la perspectiva de que esta vida es injusta. Los escritores de los Salmos pudieron seguir adelante en la lucha porque sabían que su Dios estaba en control. Sabían y profetizaron que vendría el Salvador prometido. Su lucha es nuestra lucha. Su esperanza es nuestra esperanza. Su Dios es nuestro Dios. Este es un Salvador que entró en nuestra lucha para ganar la victoria sobre la lucha, para equiparnos para nuestra lucha. La lucha es real. La lucha es buena.
El Himno de Apertura - Solo en Jesús
La Invocación
L. En el nombre del Padre y del ☩ Hijo y del Espíritu Santo.
C. Amén.
La Confesión y Absolución
Comenzamos el servicio reconociendo cómo nos hemos pecado y están privados de la voluntad y el deseo de Dios para nuestras vidas, y recibimos las buenas nuevas de que somos perdonados en Jesucristo.
L. Acerquémonos a Dios con un corazón recto y confesemos nuestros pecados, pidiéndole en el nombre de Jesucristo para perdonarnos.
C. Dios de la vida, confieso que soy por naturaleza muerto en el pecado. Por preocupar sin fe y auto-orgullo, por los pecados de hábito y los pecados de voluntad, por lo malo que he hecho y lo bueno que he dejado de hacer, tú debes arrojarme de tu presencia por siempre. Oh Dios, lo siento por mis pecados. Perdóname, por los méritos de Jesucristo.
L. Cristo ha muerto. Cristo ha resucitado. Cristo vendrá de nuevo. Por su gran misericordia, Dios nos ha hecho vivos en Cristo aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados. Oigan la palabra de Cristo tal como lo proclamó al paralítico: "Ten, ánimo, los pecados te son perdonados." Tomemos en serio este perdón y lo proclamémonos el uno al otro en el nombre del Padre, y del Hijo ☩ y del Espíritu Santo. Amén.
La Oración del Día
L. Oh Dios, que ves que no hay en nosotros poder alguno: Guárdanos exterior e interiormente para que seamos defendidos de toda adversidad que pueda sobrevenir a nuestros cuerpos y de todos los malos pensamientos que puedan asaltar y dañar nuestras almas; por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que vive y reina contigo y con el Espíritu Santo, siempre un solo Dios, por los siglos de los siglos.
C. Amén.
La Primera Lectura - Éxodo 20:1-17
Dios da a su pueblo Israel los diez mandamientos, estableciendo lo que exige de ellos en su ley moral. Estos mandamientos se resume en la palabra “amor.” Dios exige que amemos a él con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos.
Dios habló, y dio a conocer todos estos mandamientos:
2 «Yo soy el SEÑOR tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo.
3 »No tengas otros dioses además de mí.
4 »No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. 5 No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el SEÑOR tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. 6 Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones.
7 »No uses el *nombre del SEÑOR tu Dios en falso. Yo, el SEÑOR, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en falso.
8 »Acuérdate del sábado, para consagrarlo. 9 Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, 10 pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al SEÑOR tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. 11 Acuérdate de que en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el SEÑOR bendijo y consagró el día de reposo.
12 »Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el SEÑOR tu Dios.
13 »No mates.
14 »No cometas adulterio.
15 »No robes.
16 »No des falso testimonio en contra de tu prójimo.
17 »No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.»
El Salmo - Salmo 19
Al director musical. Salmo de David.
1 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
el firmamento proclama la obra de sus manos.
2 Un día transmite al otro la noticia,
una noche a la otra comparte su saber.
3 Sin palabras, sin lenguaje,
sin una voz perceptible,
4 por toda la tierra resuena su eco,
¡sus palabras llegan hasta los confines del mundo!
Dios ha plantado en los cielos
un pabellón para el sol.
5 Y éste, como novio que sale de la cámara nupcial,
se apresta, cual atleta, a recorrer el camino.
6 Sale de un extremo de los cielos
y, en su recorrido, llega al otro extremo,
sin que nada se libre de su calor.
7 La ley del SEÑOR es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del SEÑOR es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo.
8 Los preceptos del SEÑOR son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del SEÑOR es claro:
da luz a los ojos.
9 El temor del SEÑOR es puro:
permanece para siempre.
Las sentencias del SEÑOR son verdaderas:
todas ellas son justas.
10 Son más deseables que el oro,
más que mucho oro refinado;
son más dulces que la miel,
la miel que destila del panal.
11 Por ellas queda advertido tu siervo;
quien las obedece recibe una gran recompensa.
12 ¿Quién está consciente de sus propios errores?
¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!
13 Libra, además, a tu siervo de pecar a sabiendas;
no permitas que tales pecados me dominen.
Así estaré libre de culpa
y de multiplicar mis pecados.
14 Sean, pues, aceptables ante ti
mis palabras y mis pensamientos,
oh SEÑOR, roca mía y redentor mío.
La Segunda Lectura - 1 Corintios 1:22-25
El mensaje que proclamamos de Cristo crucificado es “tropezadero” y “locura” para el mundo incrédulo, pero para nosotros, es el poderoso evangelio, las buenas nuevas de nuestra salvación.
22 Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, 23 mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y es locura para los gentiles, 24 pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. 25 Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza humana.
El Evangelio - Juan 2:13-22
Jesucristo, en el principio de su ministerio en este mundo, purificó el templo, quitando a los vendedores de ello. Dios y su Palabra no tenía el primer lugar en los corazones de esas personas, sino el dinero. Cuando los judíos le preguntaron con qué autoridad hizo esas cosas, Cristo respondió con una predicción de su muerte y resurrección.
13 Cuando se aproximaba la Pascua de los judíos, subió Jesús a Jerusalén. 14 Y en el templo halló a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, e instalados en sus mesas a los que cambiaban dinero. 15 Entonces, haciendo un látigo de cuerdas, echó a todos del templo, juntamente con sus ovejas y sus bueyes; regó por el suelo las monedas de los que cambiaban dinero y derribó sus mesas. 16 A los que vendían las palomas les dijo:
—¡Saquen esto de aquí! ¿Cómo se atreven a convertir la casa de mi Padre en un mercado?
17 Sus discípulos se acordaron de que está escrito: «El celo por tu casa me consumirá.» 18 Entonces los judíos reaccionaron, preguntándole:
—¿Qué señal puedes mostrarnos para actuar de esta manera?
19 —Destruyan este templo—respondió Jesús—, y lo levantaré de nuevo en tres días.
20 —Tardaron cuarenta y seis años en construir este templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días?
21 Pero el templo al que se refería era su propio cuerpo. 22 Así, pues, cuando se levantó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de lo que había dicho, y creyeron en la Escritura y en las palabras de Jesús.
El Mensaje para Niños
El Himno del Día - Tu Palabra
Sermon Bilingüe -o- Sermón en Español
La Confesión de la Fe - El Credo Apostólico
Declaramos las verdades de la fe que han unido a la iglesia durante miles de años.
Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Y creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; que fue concebido por obra del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, murió, y fue sepultado; descendió al infierno; al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo, y está sentado a la derecha, de Dios Padre Todopoderoso; y de allí vendrá de nuevo a juzgar a los vivos y a los muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia cristiana, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo, y la vida eterna. Amén.
La Ofrenda
En agradecimiento por el mensaje de gracia y perdón de Dios, si desea apoyar nuestro ministerio con un regalo financiero, puede hacerlo sin cargo a través de nuestra página de Facebook o con un cargo pequeño a través de PayPal. Le agradecemos por su donación.
Tarjeta de Contacto en linea
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Oración General
Use este tiempo para orar a Dios por cualquier cosa que esté en su corazón y mente. Recuerde quién es Dios y cómo se describe a sí mismo en la Biblia. Concéntrese en su perspectiva eterna. Considere no solo su propia vida, sino también la vida de los demás. Finalmente, ore con confianza sabiendo que Dios lo escucha y ore en el nombre de su salvador, Jesucristo.
El Padrenuestro
Canta usando el enlace o reza la oración abajo que Jesús enseñó a sus discípulos.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre; venga a nos tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy; y perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden; y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
La Bendición
Así como Dios le dijo a Aarón que bendijera a su pueblo de esta manera, le pedimos a Dios que nos bendiga a mientras seguimos con nuestras vidas.
L. El Señor nos bendiga y nos guarde;
El Señor haga resplandecer su rostro sobre nosotros y tenga misericordia de nosotros;
El Señor vuelva su rostro hacia nosotros, y ☩ nos conceda la paz.
C. Amén.